
Asúmelo. La pereza te ha ganado. Llevabas una racha buena de salidas, siendo constante, pero llegó ese día en el que la fuerza del sillón te atrapó entre sus brazos. ¿No fue el sillón? Bueno, ya sabemos que cuando estamos enchufados encontramos tiempo donde no lo hay, y cuando no estamos tan “on fire” las excusas salen hasta de debajo de las piedras.
No te justifiques, a ver ahora cómo concilias el sueño, porque te voy a dar siete razones por las que no ir a correr te mantendrá despierto toda la noche
1. El estrés de la rutina diaria no ha encontrado su vía de escape y ahí están nuestras neuronas chocando entre sí, alteradas, llevándote de uno a otro pensamiento
2. La conciencia no se calla, y ya sabemos lo dañina que puede llegar a ser. Aquí no sirve lo de “me entra por un oído y me sale por el otro” ¡Está dentro!
3. Estás lleno de energía. Te has acostumbrado a tu gasto diario y ahora no paras quieto: vuelta a la izquierda, vuelta a la derecha, ahora bocabajo…no hay manera…
4. No solo no has ido a correr, sino que encima te has pasado ese tiempo en una terracita de tapeo o en tu casa dando varios paseos al frigo. Esta noche la digestión va a ser una mala compañera.
5. No has hecho deporte y casi seguro que ese tiempo lo has pasado sentado. Cuánto más tiempo pasamos atados a una silla más empeora nuestra calidad de sueño.
6. Has alterado tu rutina diaria y eso afecta a nuestro ciclo. Lo mismo cuentas hasta cien ovejas antes de caer rendido.
7. No has sudado y tu cuerpo no ha eliminado toxinas, por lo que no estás relajado.
Con la actividad deportiva dejamos a un lado el estrés, permitimos a la mente que se relaje, liberamos energía, nos cansamos… y, por tanto, descansamos. La próxima vez que dudes entre ir o no ir a correr piensa en la noche que te espera
¿Duermes mejor gracias al deporte?, ¿qué efectos positivos/negativos notas? ¡Cuéntanoslo!