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La espera antes de la radioterapia

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De ruta por Madrid, con mi sobrino Adrián

Aún no he recibido la llamada para comenzar la radioterapia. El pasado lunes 25 de enero me hicieron de nuevo cura de la cirugía y me quitaron «la pajita» (desconozco el término médico) que me habían puesto para ir drenando el seroma. Éste es una de las complicaciones más frecuentes tras una mastectomia radical y en mi caso ha retrasado el inicio de la radio.

 

Cuando me quitaron «la pajita» sentí un gran alivio, pues no es nada cómodo tener que estar limpiando y cambiando gasas empapadas, además de que psicológicamente me ha influido a la hora de hacer los ejercicios de los que hablé en mi post anterior, muy importantes para recuperar la movilidad y de prevención de linfedema.

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Tac radioterapia

Ese mismo lunes 25 bajé a radio y ahí me vio Elena, quien va a ser mi enfermera durante el tratamiento. Comprobó el estado de la piel y de ahí pasé a una sala tipo bunker donde se me hizo un molde, que va a ser la referencia para la radio, y un tac. Los dos procesos me llevaron una media hora.

La sala estaba bastante fría y me tuve que desvestir de cintura para arriba ¡con lo friolera que soy yo! Menos mal que el material que utilizan para hacer el molde y que va dentro de un plástico está bastante calentito. Cuando me tumbé sobre él sentí estar en un spa con piedras volcánicas. Sí, lo sé, menuda imaginación.

Los técnicos te colocan de una manera determinada que va a ser la postura que tienes que mantener durante todos los ciclos de radio. El molde adquiere relieve y fija esa postura, que supongo que será la guía para que la irradiación se dé justo donde se tiene que dar, con absoluta precisión. Para ello también dibujaron en mi cuerpo un cuadrante y me tatuaron cuatro puntos ¡Wow, mi primer tatuaje!. Ya os contaré realmente cómo utilizan el molde y demás en cuanto empiece con el tratamiento.

Por lo demás, cada día mejor, con más energía y ganas de hacer cosas. El 23 de noviembre fue la última quimioterapia y mi estado físico ya tiene muy poco que ver con el de aquella fecha. En estas últimas tres semanas además me han crecido las pestañas y las cejas y el cabello también va bastante animado. Os voy a poner unas fotos para que se vea bien el cambio, que yo sé que muchas buscamos en google «cuánto tarda en crecer el pelo después de la quimioterapia».

Esta semana que entra está completa de hospital, tengo que ir todas las mañanas excepto el martes. Lunes, enfermería; miércoles, análisis de sangre y Parham (oncólogo); jueves, unidad de mama; viernes, cardio. Todo esto es una gran lección que sirve para desarrollar la paciencia y para ayudar a planificar mejor todo el trabajo que tengo.

De momento no hay mucho más que contar, en cuanto empiece la radioterapia explicaré detalles que crea pueda ayudar a gente que pase por lo mismo. Mientras, ¡muchas gracias por estar siempre ahí!