Saltar al contenido

Menudo constipado en mi semana de descanso de quimioterapia

10 ciclos de quimioterapia

Ya he recibido diez ciclos de quimioterapia y la verdad es que los efectos secundarios con esta nueva combinación (paclitaxel + herceptin) son muchísimo más llevaderos, no tienen nada que ver con con la EC (Epirubicina + ciclofosfamida). Hablo de mi caso personal, ya que conozco a algunas mujeres a las que el herceptin les afecta muy negativamente, con un cansancio enorme y además con neuropatías periféricas, que se traducen en la pérdida de sensibilidad y hormigueo constante en los dedos de manos y pies.

Los últimos análisis de sangre (5 de octubre) indicaron que todo estaba perfecto excepto la anemia, que me acompaña durante todo el tratamiento, y el sistema inmunitario, que anda algo bajo: tanto luchar es lo que tiene, que pierdes células en el campo de batalla.

glóbulos rojos

Hace poco vi un post en facebook que decía que si eras de mi generación (1978) o cercana a ella, cuando te decían glóbulos rojos enseguida te imaginabas a los dibujos de «Erase una vez la vida». Ese programa me marcó tanto que me imagino a todo mi cuerpo de esa forma, y mis células batallando no iban a ser menos.

El hecho es que ahí estaban ellas, recuperándose del último chute y haciéndome sentir super fuerte y con mucha más vitalidad y energía que aquellos que sufren la llegada del otoño, los días grises y la lluvia. Mis células son tan cracks que, si no fuera por los espejos y porque ahora vivo donde mi madre, en muchas ocasiones se me olvidaría que tengo cáncer de mama y que estoy en pleno proceso de curación.

La semana del 5 de octubre transcurrió tranquila, desempeñando  mis tareas y aficiones diarias: trabajo y formación en Social Media, tomar clases de inglés, devorar libros, ir a nadar, pasear con Coco, etc.

Corazón a pleno rendimiento

Esa semana tuve que ir un par de días más para realizarme pruebas de corazón. La quimio que suministran es altamente cardiotóxica y como sentía una presión en la pecho y como si tuviera la capacidad pulmonar algo mermada, Parham adelantó la prueba para hacer el seguimiento de esos síntomas.
El martes 6 de octubre me realizaron un cardiograma, donde todo salía perfecto, y el 8 de octubre un electro, donde Rodrigo, mi cardiólogo dijo «tienes un corazón de cuadro». Rodrigo es argentino o uruguayo (a veces me cuesta diferenciar estos dos acentos) y lo que me quiso decir que estaba perfecto, para enmarcar, ¡y yo tan contenta! Además, para hacerme un estudio completo me va a realizar una prueba de esfuerzo físico y otra prueba más que no recuerdo.
El trato con Rodrigo fue genial, auténtico profesional con mucha empatía que me hizo sentir super especial en su consulta, así que le escribí una carta de agradecimiento. Mi sorpresa llegó hace dos días cuando me llamó por teléfono para darme las gracias ¡Eres grande, Rodrigo!

Ese mismo jueves, conocí a Vero, una amiga de mis hermanas Vicky y Olga que ha sido diagnóstica recientemente con cáncer de ovarios. Vero tiene 28 años y una sonrisa que ilumina todo el hospital de Torrejón. Vero, si me lees, me alegra muchísimo haberte conocido y ya sabes que me tienes a tu lado en este camino. Avanzamos hacia la meta 😉

Con mi amiga y socia Nuria
Con mi amiga y socia Nuria

Durante el fin de semana estuve con mi amiga y socia Nuria, con quién estoy desarrollando un proyecto de Social Media que verá la luz dentro de muy poco: convertir tu pasión en tu motor económico mola mucho. Estamos muy motivadas y creemos mucho en nosotras mismas. El fin de semana dio para trabajar mucho y también para ponernos al día de nuestras vidas y para salir a tomar algo, así que fueron dos días y medio geniales.

Enfriamiento y mucha cama

El lunes 12 de octubre me hubiera tocado el 11 ciclo de quimio, pero como era festivo y las defensas estaban bajitas, Parham me dio la semana de descanso para recuperar un poco a mis células lastimadas. ¡Menuda semana de descanso!

El lunes empecé a toser tímidamente y la mucosidad decía hola en mis fosas nasales. El martes la congestión ya era más que evidente y los pañuelos se agotaban a ritmo de segundo. Era un no parar. Nadie se imagina lo importantes que son los pelillos de la nariz hasta que faltan: desde que notas que comienza a caer la agüilla, hasta que sale por el agujero, sin pelos no hay tiempo. O tienes un pañuelo en la mano o chorrea. Sin más.

Así que esta semana ha sido de mucha cama, muchas sopas, de llevar tres sudaderas y la «bata guateá», de evitar salir a la calle y de visualizar para ponerme buena para que el lunes, recuperada, pueda recibir la quimio. Veremos qué dicen los análisis y si puedo recibir el tratamiento (espero que no me tengan que poner la inyección para estimular la médula ósea).

Aaavanzamos
Aaavanzamos 😀

Este fin de semana me encuentro mejor, no al 100%, pero sí en la fase de recuperación. Además, ayer sábado llegó mi padre, que por diferentes razones aún no conocía la noticia. Contarlo y su comprensión nos ha hecho quitarnos un peso de encima a mí y a mis hermanos y esto creo que también es un chute de energía muy positivo.

Me quedo sin dedos para el siguiente ciclo, que espero sea mañana, así que tendré que sacar la pizarra para apuntar bien grande ¡11!. Continúa la cuenta atrás. Seguimos avanzando. Gracias por estar ahí.